El suscriptor de una compañía de seguros decide si la aseguradora puede o no asegurar a ciertas personas o bienes. Antes de tomar su decisión, el suscriptor realiza varias evaluaciones: debe tener en cuenta el nivel de riesgo asociado a la solicitud del cliente y a la naturaleza de su actividad. Si acepta, debe establecer las condiciones de la garantía, el monto de la prima del seguro y preparar un borrador de contrato con, (si fuera necesario) cláusulas especiales.